La fuerza del agua es invisible, pero constante y muy
poderosa, capaz de perforar las rocas y las entrañas de la Tierra. Si tuviese
vida propia, diríamos que la Cueva de Valporquero es un
proyecto que el agua ha llevado a cabo a largo plazo (cerca de 1 millón de años)
cincelando con paciencia el bajo fondo de las montañas.
Estas maravillosas cuevas centran su interés a dos
niveles:
- El primero es un recorrido de 1 kilómetros de longitud a lo largo de 7 salas diferentes, preparada para la visita turística.
- El segundo nivel está por debajo del anterior, el “Curso de Aguas”, y se dirige a los amantes de la aventura y la espeleología a lo largo de 2 kilómetros hasta las Hoces de Vegacervera.
- El primero es un recorrido de 1 kilómetros de longitud a lo largo de 7 salas diferentes, preparada para la visita turística.
- El segundo nivel está por debajo del anterior, el “Curso de Aguas”, y se dirige a los amantes de la aventura y la espeleología a lo largo de 2 kilómetros hasta las Hoces de Vegacervera.
Otro viaje al Centro de la Tierra nos lleva a través de las
siguientes salas:
- Las Pequeñas
Maravillas, estancia a la que se llega siguiendo el lago iluminado y donde
encontraremos formas imaginarias y distorsionadas de “la Torre de Pisa”, “El
Baño de Diana”, la “Virgen con Niño” o “Las Gemelas”, por citar algunos
ejemplos.
- La Gran Rotonda, de 20 metros de altura y 5.600 metros cuadrados de surperficie.
- La Gran Rotonda, de 20 metros de altura y 5.600 metros cuadrados de surperficie.
- La Sala
de Hadas, con un mirador al vacío y un salto de agua de 15 metros.
- El Cementerio
Estalactítico, nombre dado por los desprendimientos que han ido teniendo lugar
y el aspecto fúnebre de las rocas.
- La Gran
Vía, estrecha y alta
- La Columna
Solitaria, un antojo de la Naturaleza.
- Las Maravillas,
impresionante estancia que simboliza a modo de estallido el final de la etapa.
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