El gallo del Curueño es una especie única de León,
caracterizada por su brillante plumaje idóneo para la elaboración de moscas de
pesca.
Ya por el año 1624, en el Manuscrito de Astorga, se habla de
unos gallos que se crían en la zona Norte de León. Se conocían dos razas y sus
variedades: longaretas, corzunos, negriscos, etc.
Los siete pueblos Mágicos... así se definen los pueblos del
Valle de la Pluma. Uranio, microclima, hierbas, altura, alimentación: nadie
sabe a ciencia cierta cuál es la razón de sus características especiales, quizá
porque todo influye en la calidad de estas maravillosas plumas, que imitan las
alas de los insectos como ningún otro material conocido.
Muchos son los que han sacado los gallos de su lugar mágico,
pero nada han conseguido: han creado granjas por toda nuestra geografía e
incluso han llegado más lejos, como Estados Unidos o Francia (Limussin), pero
nada tienen que ver con los del Curueño.
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